Llamadme monstruo con corazón de pierda, pero mejor morir con la conciencia sucia que de hipotermia y golpe de rayo.

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martes, 23 de julio de 2013

Solo quiero agarrarte y que me comas bien fuerte.

Estando en un profundo estado de ausencia en mi cama, me puse a pensar de repente.
Me puse a pensar y pensé que qué feliz era.
Que solo tengo que despertar para verle a mi lado acurrucada y echa un ovillo alrededor de su cuerpo. Que antes de dormir me recorro todos los tatuajes de sus brazos con mis dedos... Uno por uno. Que le quiero hasta reventar. Que él da las mejores caricias del universo... Y ese momento en el que me coge los mechones de pelo que tengo delante de la cara mientras los rayos de sol inundan poco a poco la habitación, y él sonríe en silencio haciéndome ver que no hay mayor conexión en la tierra. Que solo estamos él y yo.

Bueno, está bien. Admitiré que nadie me come a besos tan bien, que esa sonrisa encantadora me vuelve loca.

El miedo nos hace estar vivos.

Una vez me dijeron que el miedo es como la ropa, al principio no es 
fácil despojarse de ella pero al final terminas completamente desnudo. 
La ventaja que tiene la ropa sobre el miedo es que, si tú no eres capaz 
de deshacerte de ella, siempre habrá alguien dispuesto a hacértela 
jirones. 
Aunque si tienes suerte, igual te encuentras con una persona 
capaz y dispuesta a arrancarte el miedo con sus dedos.