Hasta el filtro

Asumir que la vida son cigarros que se consumen.
Tan pronto como te quieras dar cuenta habrás llegado al filtro.
Puedes hacer comparaciones entre fumar y vivir.

Vive cada momento.
Fúmate todo lo que puedas enrollar.
Da caladas, caladas que te asfixien.

Una calada por mis ganas de vernos todos los días.
Una calada por tus pocas ganas, que luego eran muchas. Una calada por las riñas de niños pequeños. Una calada por las noches a solas. Una calada por escribir con todas las letras y no ser del montón pelotón. Una calada por mi móvil, o lo que era de el, esperando tu llamada. Una calada por las tristes despedidas y por los grandes reencuentros. Una calada por esas miradas que dicen todo. Una calada por todos tus lunares. Una calada por haber estado en lo más hondo y salir. Una calada por todos los corazones que no tiran la toalla. Una calada por el remolino de sentimientos que el tiempo no consigue derrotar. Una calada por las sonrisas tatuadas por horas alcoholizadas. Una calada por mí. La última por nosotros.